Sobre los piercings
Una perforación o piercing es una abertura en
el cuerpo humano para colocar un pendiente. Estas perforaciones reflejan tanto
valores culturales, religiosos y espirituales. Siendo además parte de la moda,
erotismo, inconformismo o identificación con una subcultura. Normalmente,
suelen ser pequeños palos o aros con una bolita o un pinchito, metálicos o
plásticos. Sin embargo los de mayor tamaño varían en forma y material.
Sobre la perforación
Para colocar el
piercing, primero se marca el lugar a perforar, luego se pasa a perforar con la
aguja. Según el lugar, el proceso puede variar. En algunos centros, usan algún
tipo de anestesia local durante el proceso, que puede ser desde hielo, hasta
pulverizaciones de líquidos, como la bezocaína. Suele hacerse en aquellas
partes del cuerpo en la que se registra más sensibilidad, como labios o lengua.
Es peligroso
tomarse una aspirina o cualquier otro analgésico previo a la perforación, ya
que todos suelen afectar a la coagulación de la sangre, por lo que el agujero
tardará bastante en curar. Generalmente, hacerse un piercing no duele de forma
excesiva o insoportable, es además un sólo momento de dolor.
La perforación consiste en la implantación,
generalmente decorativa, de un piercing en diferentes partes del cuerpo. Para
su realización se lleva a cabo una pequeña perforación con una aguja especial
(llamada cánula o catéter) en la zona deseada del cuerpo. Luego, se procede a
introducir el piercing en el lugar efectuado con dicha aguja.
En el momento de realizarse un piercing, hay
que tener en cuenta el material, ya que siempre debe estar esterilizado, para
prevenir enfermedades. Los piercings que se van a colocar, deben ser de
titanio, acero quirúrgico u oro de 14 o 18 quilates.
En la primera perforación, sólo se pone
titanio, porque es antibacteriano. En los posteriores cambios de piercing ya es
posible ponerse cualquier otro tipo de metal. Éstos han de estar esterilizados
y guardados en bolsas o recipientes estériles hasta su uso, y ser aptos para su
uso como piercing.
Quien hace la perforación lo debe hacer con
guantes de tipo quirúrgico, nuevos y no debe tocar nada que no sea material
esterilizado previamente, de igual forma, no debe fumar dentro del estudio de
perforación. A si mismo, la piel debe estar limpia y desinfectada antes de
perforarse.
También hay que tener en cuenta que si se ha
tenido infecciones producto de la colocación del piercing anteriormente, es
probable que vuelvan a ocurrir la próxima vez.
Cicatrización de la perforación
Después de estar
realizado el piercing, la persona no debe exponerse a baños continuos de
piscina o bañeras de hidro-masaje, durante los dos primeros meses. Exponerse al
sol, también es perjudicial, ya que los rayos ultravioletas no son beneficiosos
para la desinfección de la piel perforada y no favorecen a la cicatrización.
Los piercings, deben limpiarse bien durante el
periodo de curación y con las manos lavadas con jabón antes de tocarlo.
Dependiendo del lugar de ubicación del piercing, tarda entre cuatro y ocho
semanas el proceso de curación.
Tiempo de cicatrización
- Cartílago de la oreja, entre medio año a un año e
incluso aún más tiempo, dependiendo de la persona.
- Lóbulo, de 4 a 6 semanas.
- Ceja, de 6 a 8 semanas.
- Fosas nasales, de 6 a 8 semanas.
- Ombligo, de 3 meses a 1 año o 1 año y medio (varia
de persona a persona).
- Labios, de 2 a 3 semanas.
- Lengua, de 2 semanas a 3 semanas.
- Genitales, de 8 a 12 semanas.